domingo, 6 de noviembre de 2011

Para una sátira del soltero posmoderno

Soltero: término que comparte raíces etimológicas con ‘soledad’. Dícese de la persona que no ha contraído matrimonio. Tercamente emparentado con ‘solitario’: persona propensa a la soledad, que no goza –por impotencia o afección– de la compañía. Vertiente despreciativa: ‘solterón’, esto es, soltero ya entrado en años; más próximo a ‘dejado’, ‘apestado’, ‘cartucho quemado’, o en su defecto, ente social disfuncional. Adaptación homofóbica: ‘puto’. Acepción teórica: semi-asalariado malnutrido; pieza accesoria, ninguneada, del engranaje productivo; víctima insalvable de la precarización laboral; individuo que oscila entre una condición lumpenproletariat –marginalidad eventual– y el empeño pequeñoburgués aspiracional –que no operacional (la táctica no es lo suyo). Referencias literarias: poeta desprovisto de musa; eterno errante malquerido; ave sin nido; alcohólico irascible; romántico empedernido. Condición psíquica: neurótico, obsesivo, maniacodepresivo; incapaz de establecer nexos sociales no patológicos; presencia del conflicto edípico. Prejuicio de moda: ‘maricón’; renuente al compromiso. Defensa exculpatoria: enemigo del celibato monogámico. Circunstancia ontológica: sujeto malqueriente; afecto al goce masturbatorio. Rasgos caracterológicos: aspecto cambiante, habitualmente condicionado al consumo de enervantes psicotrópicos-alucinógenos. Influencia cultural: rechazo a los valores clásicos-tradicionalistas; creciente repulsa a la institución matrimonial; aparición de agencias Cupido. Referencias musicales: “papa sin cátsup”; “tarzán sin puñal”; “yo no nací para amar/ nadie nació para mí/ tan solo fui un loco soñador nomás”. Aportación nutricional: avance arrollador del fast food (comida rápida); introducción de la dieta maruchan. Contribución a la salud: proliferación de medicamentos destinados al tratamiento de padecimientos gastrointestinales.

Posmodernismo: engendro amorfo del modernismo; respuesta estética toscamente anti-estética. Credo cabalístico: “la impenetrabilidad del otro”. Influencia cultural: consolidación del dinero como objeto de deseo; deificación del éxito; preponderancia del contrato temporario en las relaciones humanas; colapso de los valores sólidos. Proposición filosófica: ponderación particular del carácter fragmentario, la condición efímera, el escepticismo irreductible, el sincretismo acrítico, el movimiento caótico (discontinuidad) de las cosas. Fundamento político: afianzamiento de la globalización; negación del universalismo. Herramienta por antonomasia: World Wide Web. Como movimiento artístico: “cultura excremental”.

Soltero posmoderno: leviatán de mil cabezas. Dícese de aquel que habita en la total precariedad existencial: empleo inseguro, ingreso indecoroso, futuro indeterminado, presente inestable, pasado desvanecido, perspectivas cortoplacistas, relaciones transitorias, proyectos provisionales, salud física endeble, salud mental altamente cuestionable. Ocupación: todólogo y nadálogo, pues hace de todo y a la vez nada. Función social: paria. Eslogan reivindicatorio: “Me vale madres”. Status: eternamente indefinido; unión libre eventual; paternidad evasiva. Actitud filosófica: “Mejor nos fumamos un porro y ya mañana vemos”.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

ambrón. mejor: ¡alambrón!

Anónimo dijo...

Se llama cobardia mi estimado, animese!!!

Anónimo dijo...

No entiendo el sentido de los comentarios previos...

Aclaro que soy un tercer anónimo (asumiendo que los comentarios previos fueron escritos por dos personas distintas. De no ser así, soy un segundo anónimo).